El autor de esta novela histórica ha cogido los hechos conocidos acerca de los últimos años de vida de Julio Cesar y después ha tirado de imaginación. Además, ha tenido la acertada ocurrencia de contarnos los hechos mediante las cartas ficticias que se enviaban los protagonistas: César, su mujer Pompeya, su hijo Bruto, Cleopatra y un buen grupo de amigos y familiares. Este estilo epistolar nos permite bucear en los pensamientos de cada uno de los personajes.
El resultado es una buena historia, donde se tocan temas interesantes como el poder, la envidia, el amor o el gobierno. Es una novela fácil de leer, por tener un ritmo que no decae, aunque en algunas cartas César divaga un poco, y también por ser un libro más bien cortito.
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