Este es el séptimo libro que leo de Forsyth. Así que no me voy a enrollar, porque ya os he hablado mucho de este autor. La verdad es que, a pesar de las similitudes de estilo y temática, no me cansa seguir leyendo libros suyos. Son thrillers entretenidos, que me enganchan y me ayudan a desconectar de lo que esté haciendo.
Quizás esta vez no ha sabido mantener todas las tramas al mismo nivel y conectarlas bien entre sí. Yo estaba muy pendiente de la historia principal y perdí interés por las secundarias. De hecho, hay una que acabó en vía muerta y no se supo más de ella. Es una pena, porque otras veces lo había conseguido de manera magistral.
No he dicho de que va la trama. De una conspiración, tanto en EEUU como en Rusia, por el tema del petroleo, donde el propio hijo del Presidente de los Estados Unidos acaba secuestrado.