Jerusha Abbot tiene 17 años y vive en un orfanato. Un día la directora le comunica que va a ir a la universidad, para el día de mañana convertirse en escritora. Esto gracias a un misterioso «papaíto», que le costeará todo, pidiendo sólo a cambio que ella le escriba cartas, contándole sus experiencias.
Me gustó mucho esta novela breve, por el sentido de humor que su autora-protagonista despliega en sus páginas. Las palabras, frases y páginas iban pasando por mis ojos, sin apenas esfuerzo. Fue una experiencia deliciosa. Me duró menos de una semana. ¡Qué lástima!